Ramón Franco Bahamonde y la intrépida aventura del Plus Ultra. CVIII.

Publicado: 06/02/2011 en Uncategorized

El imperialismo y el sionismo internacional siempre siguen la misma estrategia: desacreditar y desprestigiar al enemigo, ridiculizándolo para hacerle perder credibilidad.

Y estos dias vemos como se publican tanto en Argentina como en España varios libros y articulos menospreciando al General Francisco Franco, para hacerlo parecer poco menos que una especia Chapulin Colorado, cuando la realidad histórica es que se parecía más a un Indiana Jones latino.

Franco fue un hombre de acción, como demuestran sus incursiones militares en el norte de Africa, con la ayuda de sus aliados marroquíes musulmanes, sino la que seguramente fue su mayor aventura: el vuelo del Plus Ultra.

Una hazaña que queremos revisar y rescatar del olvido para que las nuevas generaciones conozcan esta aventura del entonces joven coronel. Es muy facil criticar la historia desde la relajada y cómoda seguridad de un sofa, por eso cada vez quedan menos hombres de acción capaces de arriesgar su vida por una idea. Y Franco lo hizo.

Con la ayuda de unos cromos de la época, que recogían aquella aventura, reconstruimos el arriesgado vuelo de la misión Plus Ultra.

Hace 82 años, el miércoles 10 de febrero de 1926, poco después del mediodía, a las 12.27, acuatizaba en aguas del Río de la Plata, en el puerto de Buenos Aires, el hidroavión Dornier Wal, «Plus Ultra», de la Aeronaútica Militar Española, que había realizado la hazaña de unir en un vuelo transatlántico la onubense ciudad portuaria de Palos de la Frontera, con la capital argentina.

Curiosamente, desde el punto inicial del viaje también habían partido las carabelas de Cristóbal Colón, que llegaran a América en 1492.

Los 10.270 kilómetros fueron recorridos entonces por el comandante de Infantería don Ramón Franco Bahamonde (piloto y comandante de la aeronave, de El Ferrol, A Coruña), el capitán de Artillería Julio Ruiz de Alda y Miguélez (copiloto, de Estella, Navarra), el alférez de navío Juan Manuel Durán González (piloto de la Aeronáutica Naval, de Jerez de la Frontera, Cádiz) y el soldado mecánico Pablo Rada Ustarroz (mecánico de vuelo, de Caparroso, Navarra).
LA TRAVESIA.

La travesía se había iniciado en el Muelle de la Calzadilla, en aguas del río Tinto, frente a Palos de la Frontera (Huelva), el 22 de enero de 1926 a las 7.55 horas, cuando despegara el Dornier Wal en su primera etapa que concluyera en Las Palmas de Gran Canaria.

En la tarde, tras ocho horas de vuelo sobre el Océano Atlántico, el hidroavión acuatizaba en el Puerto de la Luz, ante una multitud reunida en los muelles, aclamando a los tripulantes. Radio Madrid transmitió en directo el despegue del Plus Ultra, al iniciar su histórico vuelo sobre el Atlántico.

En Las Palmas quedó el fotógrafo de «Cuatro Vientos» y representante de «La Nación» de Buenos Aires, don Leopoldo Alonso, que filmara el inicio del viaje, acompañando a la tripulación hasta el archipiélago canario.

Cuatro días más tarde, el 26 de enero, comenzando la segunda etapa despegó el Plus Ultra desde la bahía de Gando, en horas de la mañana, poniendo proa hacia Porto Praia, en la isla de São Tiago (capital del entonces portugués archipiélago de Cabo Verde), arribando tras nueve horas cincuenta minutos de vuelo.

En Praia el comandante Franco Bahamonde decidió reducir el peso del avión al máximo, quitando 400 kilogramos, con el fin de reducir riesgos ante el extenso tramo a cubrir sobre el Océano Atlántico.

La tercera etapa se desarrolló entre Praia y la isla brasileña de Fernando de Noronha. El radiogoniómetro, usado por primera vez en un vuelo de estas características, hizo posible mantener la ruta correcta de la aeronave en la etapa mas larga del recorrido.

La Armada Española dispuso que dos destructores, el «Blas de Lezo» y el «Alsedo», cumpliendo funciones de buques-escolta tomaran posiciones en la ruta prevista, con el objetivo de prestar auxilio a la tripulación del Plus Ultra, si fuera necesario.

Por su parte, las autoridades brasileñas de Fernando de Noronha dispusieron mantener faros permanentes y hogueras, para facilitar la orientación de los aviadores españoles durante la noche.

Tras llegar a Fernando de Noronha el 30 se enero, la nave fue reabastecida y el día 31 cubrió el trayecto de 540 kilómetros de distancia (cuarta etapa) entre la isla y Recife (estado de Pernambuco), en territorio continental brasileño.

En este trayecto, faltando poco mas de cien kilómetros para completarlo, se dañó la hélice posterior, siendo necesario repararla en pleno vuelo, produciéndose una demora de algo más de una hora en el tiempo estimado para la llegada.

Tras descansar en Recife, donde se realizaron algunas reparaciones en la aeronave, el 4 de febrero se llevó a cabo la quinta etapa, entre esta ciudad del nordeste brasileño y Río de Janeiro.

El trayecto (unos 2.100 kilómetros) demandó doce horas y quince minutos de vuelo, siendo apoteósico el recibimiento brindado en la ciudad carioca.

Al atardecer del 9 de febrero, en la sexta etapa que, según se había proyectado debía concluir en la capital argentina, tras algo más de nueve horas de vuelo, mientras el Plus Ultra volaba sobre la vertical de Maldonado, en el este uruguayo, cambió el rumbo hacia Montevideo, acuatizando en la rada de la capital oriental, provocando la algarabía de los vecinos montevideanos que, por unas horas, agasajaron a los tripulantes del hidroavión.

El 10 de febrero, tras un vuelo de 44 minutos el Plus Ultra cumplió la séptima etapa, para llegar a la ciudad de Buenos Aires donde, desde el día 9, una multitud esperaba la llegada del Plus Ultra a orillas del Río de la Plata.

La emisora de radio L.Z.O. comunicaba las novedades del viaje, recibidas por medio de los entonces escasos y elementales receptores y, también, por medio de los altavoces instalados en camiones del periódico «La Nación», estacionados en varios lugares de la avenida Costanera y su balneario municipal.

Por este medio la multitud que esperaba a los intrépidos españoles, se enteró que la llegada sería el 10 de febrero.

 Muchas personas retornaron el día 9 a sus hogares o fueron a seguir las noticias a la calle Florida, frente a la sede de los periódicos La Nación, o La Prensa, en la Avenida de Mayo; aunque muchos otros decidieron pasar la noche veraniega en la Costanera Norte, para no perder sus lugares.

El día 10, hacia el mediodía, en el horizonte, sobre las aguas del Río de la Plata, por el sudeste, en dirección a Montevideo, apareció un punto oscuro que fue agrandándose, arrancando una ovación continua en la muchedumbre que solo era superada, por momentos, por bombas de estruendo y las sirenas de barcos anclados en el puerto metropolitano y de los diarios capitalinos.

Las personas ubicadas en la zona norte del puerto metropolitano fueron quienes mejor avistaron el hidroavión Plus Ultra, cuya silueta se veía minuto a minuto con mayor claridad, en un cielo límpido.

El Plus Ultra se acercó a la costa bonaerense y evolucionó sobre la ciudad, en medio de manifestaciones de júbilo de la multitud.

Todos, salvo los enfermos, salieron a las calles. Entre ellos, Esteban Araiz Rodrigo, que aquél 10 de febrero dejó su trabajo en hotel Apolo para dirigirse a la Costanera, donde dio rienda suelta a su emoción ya que aunque nadie le creía, era tío del joven mecánico procedente de un hogar de artesanos de Catarroso, Navarra -entonces de 23 años- Pablo Rada Ustarroz.

El comercio callejero incrementó considerablemente las ventas, ya que los típicos vendedores ambulantes se acercaron a la zona norte del puerto metropolitano, agotaban sus existencias de bocadillos, limonada, barquillos y confituras. Dos aviones de la Armada Argentina se sumaron a otros que evolucionaban sobre el puerto.

El presidente Marcelo Torcuato de Alvear propuso levantar sendos monumentos, en la Costanera porteña y otro en Huelva. Inmediatamente los empleados de la gran tienda Harrod’s encabezaron una colecta, que fue seguida por su competidora Gath & Chavez y millares de aportante.

El 9 de febrero, el presidente argentino y su esposa Regina Pacini de Alvear, interrumpieron sus vacaciones veraniegas en Mar del Plata, retornando a Buenos Aires, para llegar a la recepción oficial que se dio a los pilotos.

El 10, desde un balcón de la Casa Rosada (sede del Gobierno argentino), el presidente Alvear, con binoculares, observaba detenidamente el cielo, sobre el Río de la Plata, siguiendo el acercamiento de la aeronave española.

A las 12.27 horas, acuatizaba en aguas del Río de la Plata el Plus Ultra, aclamado por miles de argentinos, españoles y residentes de otras nacionalidades, que vitoreaban a España y a los aeronautas.

La llegada de la aeronave hispana se recordó durante mucho tiempo, siendo exaltada la hazaña de Franco y sus acompañantes, por todos los periódicos bonaerenses como motivo de orgullo para toda la estirpe Iberoamericana.

Desde Málaga, el Rey Alfonso XIII siguió atentamente el desarrolló de la última etapa del viaje, a través de la Compañía Italiana de Cables Telegráficos Submarinos (Italcable).

Por medio de esta empresa el Rey hizo saber al comandante Franco su intención de mantener una conferencia cablegráfica, poco después del arribo a Buenos Aires, que se llevó a cabo a partir de las 15.05 horas del mismo día 10.

El cronista del diario «La Nación» describía los hechos en la edición del jueves 11 de febrero, en los siguientes términos:

«Estas calles adyacentes, a poco, quedaron materialmente obstruidas: tal era la afluencia de vehículos que pretendían pasar. Y como otra avalancha de vehículos venía del Sur, el tráfico en muchos sitios se paralizó completamente. Los agentes de Policía agitaban inútilmente su varita blanca. Por entre los automóviles y los tranvías la multitud se deslizaba, se corría hacia el puerto, con el temor de llegar demasiado tarde…».

Los títulos de la portada de esa edición estuvieron exclusivamente dedicados al acontecimiento:

«La llegada del Plus Ultra a Buenos Aires fué una apoteosis para España y para sus pilotos».

«Sería ciertamente imposible imaginar un espectáculo más grandioso de multitud humana».

«Heraldo de España».

«Como recuerdo de la hazaña el Rey Alfonso designó gentileshombres a Franco, Ruiz de Alda y Durán. En cuanto al mecánico Pablo Rada, dice el despacho enviado por Su Majestad a aquéllos, me reservo el demostrarle mi gratitud».

Cabe tener presente que el Rey Alfonso XIII también decidió, posteriormente, que se otorgara una cuarta medalla para el mecánico Rada, ídolo de los obreros argentinos, que lo llevaron en andas.

El Plus Ultra recorrió 10.270 Km. empleando 61 horas y 44 minutos de vuelo, en siete etapas, desarrolladas durante 19 días, con 7 jornadas de vuelo, a velocidad media de 172 kilómetros por hora.

La desconocida historia de Ramon, el hermano musulmán de Franco.
Ramón Franco fue el pequeño de los cuatro hijos que nacieron del matrimonio Nicolás Franco Salgado-Araujo y Pilar Bahamonde. Poco compartieron aparte de su descendencia. El, marino militar por tradición familiar, experiencia en las colonias de Cuba y Filipinas e ideas liberales.

Ella, ferviente católica y seguidora de las directrices morales de la Iglesia. De los cuatro hijos Ramón fue el que más se asemejó a su padre en su carácter rebelde y aventurero.

No así Francisco, que siempre se mantendría ligado a su madre y el seguimiento de las normas morales y sociales católicas. Ramón y Francisco se entenderían pocas veces en su vida.

Mientras el segundo se concentraba en progresar según lo establecido; el primero no dejaría escapar la ocasión de saltarse las normas.

Ambos fueron destinados a Melilla. Ramón aprendía árabe, leía el Corán, vestía chilaba y hacía gala de toda serie de ocurrencias y extravagancias.

Su temeridad en acción le granjeó el sobrenombre de Chacal, que él utilizaría orgulloso durante años. Su carácter inquieto le llevó a interesarse por la aviación.

Se inscribe en el Servicio de Aeronáutica Militar y se forma como piloto en la base aérea de Cuatro Vientos, en Getafe. Completada su formación su carrera se acelera considerablemente.

Ingresa en la recién creada base de hidroaviones de Atalayón (Melilla) y consigue la Medalla Militar Individual por sus acciones bélicas en la guerra de Marruecos.

En éste tiempo se casa con Carmen Díaz, de tan sólo 19 años en Hendaya sin pedirle permiso al Rey y con la desaprobación de este hecho por parte de su hermano Francisco.

En 1925 junto con el capitán de ingenieros Mariano Barberán presentan el proyecto del raid entre la península e Iberoamérica, “Para un mejor enlace espiritual entre España y Argentina”. El Plus Ultra era un hidroavión Dornier Wal de patente alemana, pero fabricado en Pisa (Italia).

Para el raid se le cambiaron los motores (se le instalaron dos Napier de 12 cilindros y 450 caballos cada uno). Los propios pilotos se encargaron de supervisar la remodelación en Italia. A pesar de no ser una idea original, tuvo una notable repercusión en la prensa.

Primo de Rivera, vio en la iniciativa un vehículo perfecto para publicitar la modernización del país. Incluso el propio Alfonso XIII se entrevistó con la tripulación.

El 22 de enero de 1926 el Plus Ultra desplegó sus tres toneladas de la bahía de Palos de la Frontera (Huelva). Lo pilotaba Ramón Franco junto a otros tres tripulantes:

Julio Ruíz de Alda, Manuel Durán (ambos pilotos militares), y Pablo Rada (mecánico). 19 días más tarde amerizaba en el Río de la Plata. Fueron necesarias casi 51 horas de vuelo para salvar los 10.270 Km. recorridos en siete escalas.

Otro gran momento para la historia de la aviación, ya que fue el primer vuelo que cruzaba el Atlántico Sur. Tras el raid su fama fue enorme. En 1928 se propuso hacer un vuelo alrededor del mundo.

Pero el proyecto, denominado Numancia, fue un completo fracaso. Debido a intereses comerciales no pudo elegir el hidroavión adecuado, además de ciertas divergencias con las autoridades militares.

El proyecto se retomó sin embargo como un vuelo de ida y vuelta a Estados Unidos. Pero se repiten las divergencias y en una prueba furtiva Franco y sus acompañantes se pierden en el Atlántico.

Del 22 al 29 de julio de 1929 permanecen naufragados en alta mar. Tras el rescate, la multitud los recibe fervorosa y el Rey les invita a palacio.

 Pero en privado, hubo reprimendas y reproches por haber puesto en peligro un hidroavión. Ramón asumió la culpa y fue expulsado del cuerpo.

En pleno ataque de despecho y queriendo desquitarse de la calumnia de que había aceptado sobornos de una compañía de hidroaviones extranjera escribe Águilas y garras.

La policía secuestra el libro en la imprenta. Entonces decide plantar batalla a sus enemigos en el movido campo de la política. El paso estaba dado.

Ingresa en la Asociación Militar Revolucionaria, una organización secreta en contacto con los partidos republicanos y constitucionalistas. Se hace activista y republicano y también masón.

Su hermano Franco trata en varias ocasiones de entrevistarse con él para disuadirle de emprender este camino, pero el no quiere escucharle.

En 1930 rechaza el puesto de agregado aéreo en Washington ofrecido por el gobierno de Dámaso Berenguer para seguir conspirando.

Ramón Franco en Madrid  junto a Gonzalo Queipo de Llano, Francisco Largo Caballero, Indalecio Prieto, Álvaro de Albornoz Liminiana  y el catalanista Luis Nicolau d?Oliver, entre otrosContacta con los anarquistas catalanes de la CNT y Emilio Mola, secretario de estado de la seguridad lo detiene bajo la acusación de trasladar armas para una insurrección. Se fuga de la cárcel, hace creer que se ha exiliado y sigue con sus confabulaciones desde Madrid.

Su particular salto al vacío revolucionario lo realiza al encabezar la sublevación de la base aérea de Cuatro Vientos, donde se apoderó de algunos aparatos y sobrevoló Madrid con la intención de bombardear el Palacio Real, propósito que no llegó a realizar.

El intento fracasa y huye a Portugal. La nacionalidad uruguaya otorgada en el raid del Plus Ultra le salva del destierro y le lleva a París, vía Amberes. Allí fue recibido entre otros por Francesc Macia, con quien se funde en un aparatoso abrazo.

Pero sus desaires y extravagancias hacen que el selecto grupo de exiliados políticos al que se une le aíslen cada vez más.

El 15 de abril de 1931, dos días después de que las elecciones municipales den el poder a los republicanos en la mayoría de los pueblos y ciudades, regresa a España. Durante el viaje recibe la noticia de su nombramiento como jefe de la Aeronáutica Española.

Por tercera vez es aclamado en Madrid. Pero recién llegado tiene salidas de tono hacia sus compañeros políticos increpándoles el por qué se ha permitido la marcha de Alfonso XIII y de que no se haya reprimido a los “elementos reaccionarios”.

Esto hace que muchos políticos moderados empiecen a pensar que es un loco perturbador. Ante la convocatoria de elecciones se alista a la candidatura de Ezquerra Republicana de Catalunya por Barcelona y a otra en Sevilla, de talante libertario-anarquista.

Aunque las urnas le otorgan las dos actas de diputado, finalmente ocupó el escaño de Barcelona. Y una vez en el Parlamento prefirió aliarse con una camarilla mixta de diputados de izquierdas.

Pero en las Cortes, Franco descubre que la política es para profesionales. Maura y otros diputados expertos le dejan en evidencia sistemáticamente en un tiempo en el que estaba prohibido leer los discursos en el hemiciclo.

Los enemigos que tiene en el Ministerio de Gobernación tratan de abrirle un expediente por insurrección, pero curiosamente sus amigos masones le solucionarán el problema.

En estos agitados años su mujer, Carmen Díaz, descubre que su marido tiene otra familia en Barcelona. Se divorcian gracias a la primera ley en España que lo permite.

Al poco tiempo se casa con Engracia Moreno, con quien tiene ya una hija. Tras esta boda, sus fervores revolucionarios amainan.

Son los años de la toma del poder por parte de las derechas durante la República. La política se radicaliza de forma irreversible.

En 1934 el gobierno de Lerroux le nombra agregado aéreo en Washington. Esto le permitirá distanciarse de las exaltadas compañías que frecuentaba y muere su madre, Pilar Bahamonde. Esto reiniciará una relación prácticamente inexistente con su hermano Francisco.

Es suspendido de su cargo tras el levantamiento de 1936. En una entrevista con Associated Press hace éstas sorprendentes declaraciones:

“Cuando termine la lucha, será necesaria una dictadura fuerte. Pero una dictadura para la cual el bienestar de la nación sea lo primero. Lo que España necesita es una dictadura de clase media, que luche contra el gran capital y los trabajadores revolucionarios”.

El coronel Ramón Franco, comandante de la Zona Aérea de Baleares, conversando con aviadores legionarios italianos en PalmaRamón se presenta en Salamanca cuando su hermano es proclamado caudillo. En Noviembre se le habilita en la escala militar y se le encomienda el mando de la base aérea de Baleares. A pesar de lo exaltado de sus posturas políticas en plena Guerra Civil, fue bien acogido por la tropa.

Para unos era el hermano del caudillo y para los más jóvenes el aviador español más importante. La única excepción fue Alfredo Kindelán, responsable de la aeronáutica de Franco.

Escribió una carta de protesta al generalísimo que no obtuvo respuesta.

En Palma de Mallorca se convierte en un militar estricto y eficiente. Poco a poco se va centrando en su trabajo, meticuloso y cumplidor. Pero su carácter cambia y se torna taciturno e introvertido. Sería esto el principio de una estrecha colaboración con su hermano Francisco.

El 28 de octubre de 1938, Ramón Franco se estrella a bordo de su hidroavión cerca de la bahía de Palma. Los informes más rigurosos sobre el accidente indican que, como solía hacer, exigió demasiado al motor de su hidroavión.

Este perdió vuelo y cayó en barrena. En el funeral, el único representante de la familia fue el hermano mayor, Nicolás. Fue enterrado en el Jardín de la Cruz de la Palma de Mallorca, aunque en 1963 sus restos se trasladan al mausoleo edificado en honor de los muertos de la aviación franquista durante la Guerra Civil española.

Aclamado por multitudes, aislado por sus compañeros de partido. Extravagante, osado, emprendedor y temerario. Fue un republicano convencido o su tendencia política una expresión más de rebeldía.

¿Qué le llevó a cambiar radicalmente de forma de pensar? Quizá pensar que un régimen político más severo traería a España la estabilidad que no había conseguido.

Su recién retomada carrera militar hubiera podido ser brillante. Para su hermano un aviador caído por la Patria. Pero en el fondo, no pensaría que los desmanes rojos de su díscolo hermano sólo podían redimirse de esa manera. Nunca sabremos cómo hubiera sido su trayectoria.

Ramón Franco, el rebelde y olvidado hermano del dictador, es autor de dos obras:

De Palos al Plata (1926) y Madrid bajo las bombas (1931) y fue gran amigo personal del también musulman converso, y fundador de la Andalucía actual Blas Infante.

– Wikipedia: Ramón Franco.

http://es.wikipedia.org/wiki/Ram%C3%B3n_Franco

– Wikipedia: El Plus Ultra.

http://es.wikipedia.org/wiki/Vuelo_del_Plus_Ultra

– Artículo de Sobre los falsos testimonios contra Don Ramón Franco Bahamonde de Manuel Vázquez Montalbán.

http://www.vespito.net/mvm/ramonfranco.html

– Foro: Ramón Franco.

http://guerracivil.forumup.es/about118-guerracivil.html

– Libro pdf: Secretos y mentiras de los Franco.

http://www.casadellibro.com/capitulos/9788496626348.pdf

– Blog Revisión: Contra los mitos establecidos por el poder imperialista, revisamos la historia no contada.

http://revisionismos.blogspot.com/2008/04/plus-ultra-la-historia-de-un-intrpido.html

– Blog Universo Andalucista: Ramón Franco.

http://universoandalucista.blogspot.com/2009/11/ramon-franco.html
– Video: El vuelo del Plus Ultra en el año 1926.

http://www.youtube.com/watch?v=LebmiYx9tT8

Nota: Grande este Ramón Franco. Inestable pero peleón y siempre al límite asumiendo las consecuencias. En la memoria y corazones del pueblo español quedarás registrado eternamente.
            F.D.O.

               Catt69

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